Friday, September 01, 2006

Nueva Sala de Fotografía en el MALI

Una exposición pone de manifiesto la esencia de la fotografía en el Perú
El instante cautivo
Nuevas luces para la fotografía peruana. Parte del legado visual proveniente desde los albores hasta las nuevas tendencias de la imagen en el país, tienen a partir de la fecha cabida en el lugar apropiado. El Museo de Arte de Lima abre su nueva –primera y única en el Perú – Sala de Fotografía, con una importante selección histórica.


Una ambiciosa y extensa selección de imágenes es el primer proyecto con el cual el Museo de Arte de Lima abre las puertas de su nueva Sala de Fotografía. Un paso clave en la transformación de las distintas precariedades que caracterizan la difusión y la custodia de los archivos visuales en nuestro país.

“Una plataforma para continuar ampliando nuestros conocimientos, para renovar los debates y generar nuevas investigaciones”, en palabras de Natalia Majluf, directora del MALI y curadora junto al crítico de arte Jorge Villacorta de la inaugural muestra.

En esta ocasión, una de las tradiciones artísticas más ricas y complejas del Perú contemporáneo es desplegada en un saludable esfuerzo que reúne y vincula la producción desarrollada en nuestro país desde la llegada del daguerrotipo en el siglo XIX, hasta lo más actual de la técnica fotográfica.

De Eugenio Courret a Fernando Garreaud; de Martín Chambi a los Hermanos Vargas. De Carlos “Chino” Domínguez a Philippe Gruenberg, un cargamento visual donde son muchos más, e igual de valiosos, los nombres que trascienden en el papel fotográfico de esta historia. Acervo e instantes cautivos que desde 1958 a la fecha el MALI ha venido acogiendo a través de importantes donaciones e investigaciones realizadas.

Así las cosas, una década de ordenamientos sobre ese archivo, a cargo de decenas de críticos y fotógrafos podrá ser apreciada rotativamente en este espectacular espacio. Y custodiada en depósitos que cumplen con las más exigentes normas internacionales de conservación.

El Museo de Arte de Lima, ha colgado en las paredes de la Sala Juan Bautista y Carlos Verme, decenas de ventanas que dan a la historia. Puertas y puentes a una tradición vigorosamente perenne. Resguarda la memoria del país y nos la ofrece como receta contra el olvido.
(Suplemento Variedades, diario El Peruano, viernes 1 de setiembre 2006)

Monday, August 28, 2006

El maestro de Leyden despliega sus influjos en nuestro arte
Rembrandt a la peruana
Marcó un antes y un después en la historia del arte. Desde el siglo XVII son generaciones de artistas las marcadas por su influencia. Rompiendo latitudes internacionales, el arte de Rembrandt es homenajeado por el 400 aniversario de su nacimiento a lo largo de todo 2006. Y nuestro país no es la excepción.


“Por ejemplo, esto que nos está pasando, aquí, es como uno de esos cuadros de Rembrandt”.
Oliveira, en Rayuela.

Incombustible por el paso del tiempo. Luminaria incandescente que se impone por sobre la marejada de estilos y géneros del arte. Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606-1669) nos muestra –a 400 años de su nacimiento– de la misma manera como el doctor ofrece a sus alumnos ésa mano descarnada en La lección de anatomía, las mínimas conexiones vitales que laten y dan movimiento cuando existe vida en la pintura.

Era un genio, no se puede menos que comentar al contemplar sus obras intentando una mirada nueva. Algo casi imposible: una vez recorridos los cuadros de este pintor holandés ellos se vuelven un poderoso imaginario omnipresente en la luz y el claroscuro de los días. Incluso en su violencia.

El mundo celebra su natalicio y le rinde homenaje. Hasta fin de año e incluso, más allá del 2007, en las ciudades de Leyden y Ámsterdam museos y galerías reviven los tiempos de Rembrandt. Otras capitales del circuito artístico internacional vienen haciendo lo suyo. En nuestro país, seis artistas examinan la obra de este luminoso creador de la era barroca en Pintor del alma, muestra colectiva desplegada en la galería Artco.

La habilidosa mano de Rembrandt roza con su trazo la pintura de otros pintores, desde diferentes épocas, distintas latitudes, erigiéndose como ícono y fuente inagotable de inspiración. Y como veremos a continuación, muchos de nuestros pintores, pertenecen a ese simbólico club, de amigos del pintor de Leyden.

Con sabor nacional
Émulos de Rembrandt hacia 1900. El grueso de los pintores neoacademicistas interesados en el uso de la luz y el color acudían al maestro. Aquel holandés cuya lección más debatida es una misteriosa frase escrita en la que expresa su parecer sobre la pintura: “die meeste ende di naetuereelste beweechgelickheijt”. El mejor y más natural movimiento.

Francisco Canaval (1877-1911) resalta de este grupo por su manejo de los fondos oscuros. Junto a él, el maestro Carlos Baca-Flor (1867-1941) quien ofrenda la luz barroca en sus acuarelas y, sobre todo en su Retrato de un joven, ensaya uno de los “tronies” de Rembrandt, aquellos rictus que deforman el rostro hasta hacerlo casi caricatura.

Años atrás el fotógrafo francés Pedro Emilio Garreaud (1835-1875), afincado en Lima hacia 1855 y pionero del retrato en la capital (en la forma Carte de visite) desde su local de la calle Plateros puso de moda la singular luminosidad de los Retratos Rembrandt. Aquellos que otro pionero de la lente, Martín Chambi (1891-1983), vería fascinado a inicios del siglo XX en el estudio arequipeño de su maestro Max T. Vargas. Ello volcaría su interés a la obra original de Harmenszoon van Rijn dejando huella indeleble en su manejo del contraste y el claroscuro.

Décadas más tarde Víctor Humareda (1920-1986) escribe en uno de sus sucios cuadernillos: “Si mis amigos son Rembrandt, Ticiano, Goya y Velásquez ¿para qué quiero más?”.

Fernando de Szyszlo (1925) quien nace un lustro después que Humareda, también es marcado por el holandés pero cae ante él en condiciones distintas. Viaja a los 24 años a Europa con el fin de estudiar sus pinturas. Herman Braun-Vega (1933), sincrético y exitoso pintor residente en París, parodia en 1984 La lección de anatomía.
En los terrenos de la ilustración, Boris Vallejo (1941) es un confeso seguidor de Rembrandt: “durante mis primeros años yo estudié sus trabajos una y otra y otra vez”. Y la lista corre el riesgo de ser un viaje interminable.

Bajo la lupa
Hasta el 8 de setiembre seis destacados artistas de nuestro medio participan en Pintor del alma, exposición colectiva y homenaje a quien marcó un antes y un después en la historia del arte.

Ramiro Pareja, Ricardo Córdova, Eugenio Raborg, Bill Caro, Toto Fernández Ampuero y Mariana Riveros son los encargados de plasmar en esta invernal Lima una visión original del siglo XVII, demostrando que no existen diferencias culturales, geográficas ni históricas en el oficio de crear.

Desde el pop, hasta el op, la figuración y lo concreto. Contraposiciones, humor y experimentación con los contrastes, relieves y claroscuros se entremezclan en esta colectiva. Pues los ojos y las manos de Rembrandt siguen vivos, incluso, en las venas abiertas de un cadáver en plena disección: todo es enseñanza en él.

(((Recuadro)))
Pintor del alma
Colectiva de seis artistas en homenaje a Rembrandt

Galería Artco
Roaud y Paz Soldán 325, San Isidro

(Suplemento Variedades, diario El Peruano, viernes 25 de agosto de 2006)