Tuesday, February 26, 2008

SIGUEN ROBOS SACRILEGOS. ESTA VEZ: BARRIOS ALTOS

Hace menos de dos semanas que posteabamos la alerta acerca del robo de una imagen de Santa Filomena del Convento de la Recoleta en la Plaza Francia, cuando sucede esta grave noticia para el patrimonio religioso de Lima. Cuelgo algunas notas aparecidas en los portales y diarios de hoy, breves todas.
(Peru.com: 2008/2/25) Un grupo de delincuentes ingresó a la iglesia Nuestra Señora del Prado de Barrios Altos y robó dos coronas de plata de Cristo Crucificado y la imagen tallada de madera de San Nicolás, de 30 centímetros. No contentos con ello, los facinerosos también se llevaron dos copones (oro y plata) y una puerta de plata del altar mayor, además de un amplificador de sonido utilizado durante las misas y otros actos religiosos.
Así lo informó César Luis Piscoya, comandante de la comisaría de San Andrés, quien precisó que el robo se produjo en la madrugada de este lunes.
La autoridad policial no descartó un posible vínculo de los delincuentes con las personas que trabajan en el templo, pues no existió forcejeo alguno. En diálogo con CPN Radio, explicó que los sujetos entraron y salieron de la iglesia por el tragalúz, y que no es la primera vez que se registra un robo de este tipo.
Piscoya relató que el año pasado un inescrupuloso sujeto intentó llevarse la campana del templo, por lo que ya se han iniciado las investigaciones del caso.

Fueron robados objetos litúrgicos de una iglesia en Barrios Altos

De la Iglesia Nuestra Señora del Prado, asentada en el Jr. Junín, en Barrios Altos, fueron sustraídos dos coronas de plata, dos copones de oro y plata, y una puerta de plata, ubicados en el altar mayor. Se precisó que los objetos robados correspondían a las imágenes del Cristo Crucificado, San Nicolás de Tolentino, y la puerta del sagrario donde se almacenaban los artículos de valor.
Al parecer, no contentos con llevarse lo mencionado, los ladrones también se llevaron el amplificador de sonido utilizado durante las misas y otros objetos religiosos. Agentes de la Comisaría de San Andrés, del Cercado de Lima, asumieron la investigación del caso.

Roban en iglesia de Barrios Altos
En horas de la madrugada, tres delincuentes ingresaron a la iglesia Nuestra Señora del Prado, ubicada en el Jr. Junín 1447, Cercado de Lima, y se llevaron la corona de San Nicolás de Florentino, el sagrario y otra corona del crucifico principal que se venera en el altar mayor. Las especies hurtadas son de plata con aplicaciones de oro. Su valor comercial supera los 35,000 dólares.

Choros diablos roban santito y corona de Virgen
Ladrones sacrílegos robaron la imagen de San Nicolás, una corona de plata y dos cálices de la iglesia 'Nuestra Señora del Prado', en los Barrios Altos, Cercado de Lima.
Los facinerosos ingresaron en la madrugada por el campanario al templo, ubicado en la cuadra 14 del jirón Junín. Además de la efigie de San Nicolás Tolentino, que tiene ojos de vidrio y 'dientes de leche', se llevaron la corona de dos tiempos de la Virgen 'Nuestra Señora de los Dolores', de un kilo 500 gramos de plata.

Monday, February 25, 2008

PRIMERA MUESTRA DE MICROMUSEO EN EL PARADERO * HABANA

DERIVADAS
(resultantes de un proceso de recolección)


Micromuseo (“al fondo hay sitio”)
inaugura su Paradero * Habana
con incisiva exposición de Víctor Castro

(La irrupción de las estéticas relacionales en el Perú)

Inauguración: jueves 28 de febrero de 2008, 7:30 PM


Artífice: Víctor Castro
http://soy-un-recolector.blogspot.com/
http://galeria.efevece.org/

Curador: Gustavo Buntinx

Lugar: Micromuseo (“al fondo hay sitio”), Paradero * Habana
http://www.micromuseo.org.pe/
http://micromuseo-bitacora.blogspot.com/

Calle Manuel Bonilla 107, Miraflores
(espacio de arte anexo al Café Bar Habana)

Horario: lunes a sábado, 6 p.m. – 1 a.m.

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Este jueves 28 de febrero, a partir de las 7:30 de la noche y hasta la 1 de la madrugada, la escena crítica del arte peruano inaugura en un solo gesto dos propuestas marcantes. O incluso tres. Un nuevo espacio alternativo, una renovada complejidad de obra. Y una inédita circunstancia artística: la irrupción local de las estéticas relacionales que en distintos países reconfiguran hoy algunas de las fronteras más tensas del fragor cultural.

En efecto, tras años de rutas “piratas” y recorridos a veces insólitos, Micromuseo (“al fondo hay sitio”) abre el Paradero * Habana, su primer paradero estable (vendrán otros) tras un generoso acuerdo que le permitirá usufructuar bajo su nombre y programación el Espacio de Arte anexo al Café Bar Habana, conducido por el también plástico A. Alexis García.

Reconocido por sus respuestas radicales al vacío museal peruano, Micromuseo ha generalizado en nuestro medio la propia categoría de arte crítico. Y además la ha potenciado en términos locales con la propuesta insólita de una musealidad mestiza, una musealidad promiscua, donde hasta términos obsoletos como los de “artista” y “artesano” se reemplazan por el de “artífice”, procurando de ese modo significar la crisis de esas y otras distinciones en una cultura crecientemente hecha de lo impuro y lo contaminado.

En coherencia con todo ello, este vehículo contracultural ha deliberadamente escogido inaugurar el Paradero * Habana con Derivadas (resultantes de un proceso de recolección), exposición culminante de las agudas exploraciones de Víctor Castro en las nuevas condiciones del reciclaje contemporáneo. Condiciones necesariamente sociales y asociativas.

Aunque nacido en México (1974) y residente en el Perú sólo desde hace cuatro años, Castro ha logrado insertarse del modo más incisivo en nuestro medio. Ello debido tanto a la inteligencia de sus propuestas como a la complejidad de sus estrategias de socialización del hecho creativo, articulando la producción del trabajo a nuevas y antiguas comunidades.

Así lo sugieren la argumentación curatorial de la muestra y el rastro procesual de los trabajos allí reunidos. Tan importante como la alta sofisticación estética de las obras expuestas, es la crucial trama de vínculos sociales gestados para la obtención de los desechos post-industriales (botellas y tapas de polietireno) que son su materia prima aparente, plantea el texto de Gustavo Buntinx, chofer de Micromuseo y curador de la muestra. “La verdadera sustancia, la materialidad profunda del trabajo de Castro”, sostiene el catálogo, “es la conciencia distinta y la red social que desde él se generan, enlazando amigos y desconocidos, comercios y colegios, en torno a una reelaboración artística y lúdica de compromisos ecológicos urgentes. El rigor y la creatividad así desplegados ubican a nuestro artífice en uno de los vértices de aquellas estéticas relacionales que en los últimos años vienen modificando de modo tan pertinente la discusión internacional del arte”.

“Esa vocación se anuncia en esta muestra desde el propio título que asocia elevadas operaciones científicas a prácticas sencillas pero esenciales de solidaridad artística. Con la naturaleza. Con la comunidad. Derivadas matemáticas, derivas poéticas. Que son también políticas. La ecología como condición terminal de la especie. Y del planeta”.

Todo ello entrelazado con el ineludible referente histórico de las incursiones pioneras de Francisco Mariotti y el taller E.P.S. Huayco en el reciclaje, cuando hacia 1980 identificaron a los infinitos basurales de Lima como nuestro único y verdadero y fáctico museo de arte contemporáneo. (Gesto precursor en cuya inspiración se originan algunas motivaciones de Micromuseo). Hay, sin duda, un homenaje a esas experiencias implícito en las exploraciones de Castro, pero también una metabolización que actualiza procedimientos y referencias para lograr un desarrollo de hálitos propios: “No la radical utopía socialista de otrora y sus confrontaciones polares, sino la pragmática reparadora de los estragos provocados por nuestros consumidos tiempos consumistas”. “El resultado”, concluye el texto, “es una escultura social cuya densidad nueva sostiene y supera el impacto visual de las esculturas materiales. La inquietud que resta es cómo hacer no sólo óptica sino políticamente tangible esa otra, invisible belleza. Por derivar”.

En respuesta a ese reto, en el Paradero * Habana las múltiples sugerencias formales y conceptuales de los ensamblajes se articulan no sólo con documentación procesual sino además con una pieza en elaboración constante que traslada al espacio y al tiempo de la exposición, las poéticas y las políticas de la recolección urbana (“soy un recolector”, es el explícito título del blog creado por el artífice como parte consustancial de su obra). La idea es friccionar el espacio de contemplación con una praxis ritual. Y política.

El Paradero * Habana de Micromuseo se encuentra en la calle Manuel Bonilla Nº 107, Miraflores. Su ruptural horario de atención es de 6 pm. a 1 am., toda la semana salvo el domingo (día de recogimiento espiritual). El ingreso es libre.