Una frase demoledora la de Blanca Varela aparecida en una entrevista de 1989 (*). Demoledora para quienes, según Pablo Macera (que años atrás refutó sus propias ideas en lamentable actuación politica), podriamos ser aspirantes a la felicidad. Sin embargo, no sólo los imbeciles tienen derecho a ser felices. No sólo la felicidad de los corruptos existe.
Por eso, al otro lado de Macera, se halla la respuesta de Blanca Varela. Lúcida y afilada, como una sentencia y condena a la vez, desgarradoramente cierta y humana.
Hay otras cosas, eso sí, más allá de lo que podemos sentir o creer acerca de lo que es la felicidad. Ese algo que sólo el tiempo y las decisiones personales pueden dar forma. Alguna vez oí que la felicidad de uno se basa en poder hacer felices a los demás.
Ignoro si en verdad, Blanca Varela pudo sentirse cercanamente a lo feliz con la entrega del premio Reina Sofia hace algunos días. Pero es un reconocimiento oportuno (como siempre, tardío, y que se suma al Premio Federico Garcia Lorca en 2006 y al reciente homenaje del Congreso) para una de las carreras poéticas más poderosas en su expresión y sentido. Palabra mayor de poeta inolvidable.¿cómo homenajear el poema total?. Todo homenaje es poca cosa. DCM.
(*) "Las confesiones de Blanca Varela". César Ángeles. Diario La República, 30 de abril de 1989.
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