Sunday, September 03, 2006

Un safari urbano con Zoociedad de Aldo Shiroma

Canción animal
Fiel a su estilo el escultor Aldo Shiroma presenta en la galería Fórum su sétima exposición individual: Zoociedad. Una singular mirada a nuestra humanidad en busca de aquellos rasgos y conductas que clasificamos como propias de las bestias, pero que son tan nuestras.

Paquidérmica imaginación, mamífera opinión. Vacas sagradas, hombres mono, lobo, mujeres araña, viejos picaflor. Pedazo de animal.

Un perro con dinero es un Señor Perro. Trabaja como hormiga, duerme como un lirón, baila como mono, ríe cual hiena. Desde los inicios de la existencia y la memoria, humanos y animales conviven, dependiendo uno del otro, sobreviviendo en el mismo entorno.

En el arte, en el habla, en el imaginario y mitología de pueblos y civilizaciones esta fricción se ofrece muy cercana al hombre. El hombre, aquel ser animal al que muchas veces le cuesta reconocer cantidad de características compartidas con sus compañeros de clasificación.

Para la mirada y obra del escultor Aldo Shiroma Uza (Lima, 1975) no todos somos de tan distinto pelaje. Por ello Zoociedad es el título de su última muestra individual.

Un conjunto de esculturas en madera que resumen la personal lectura que el artista realiza a cotidiano frente a la habitual fauna urbana que nos rodea. “Salgo a la calle, tomo mi combi y de pronto comienzo a ver a la gente en sus facetas más animales. Ya sean físicas o por conducta”.

Una visión tan crítica debería tener preocupados a los humanos cercanos al ganador dos veces entre otras distinciones del Premio Adolfo Winternitz. Radical además al confesar su pesimismo muchas veces respecto a “nuestra “zoociedad”: muy perversa y clasista”.

Sin embargo la medalla tiene otra cara, pues en ese ir y venir por la ciudad Shiroma explica que no puede “desestimar por completo a la esperanza. Por que si no, ya habría perdido la capacidad de reír y despertar por las mañanas”.

Alta zoociedad
Canes, zorrillos, otorongos, ratas, chanchos, búfalos y nutrias pueblan Lima. Manejando a lo bestia, hurtando como audaces zorrinos, compartiendo como primates, imponiendo muchas veces la ley de la selva. “Mis personajes en realidad buscan caricaturizar ciertos referentes urbanos que vemos a diario, lo que al mismo tiempo es hacerlo con nosotros mismos”, afirma el escultor.

¿Nuestra ciudad como un gran zoológico?. “Más bien creo que con justo derecho los animales podrían sentirse ofendidos ante la comparación que hago entre ellos y determinados personajes de la muestra”.

Desde trabajos anteriores Shiroma ha sumergido a los espectadores en las metáforas que emergen del reino animal. Por ello nació Otto, ese oso mostrando en sí todo lo que veía del otro. O aquellos personajes animales que venían a darnos lecciones de vuelo. Sus rinocerontes, osos hormigueros, astrónomos y migrantes.

La afinidad que poseen sus esculturas con la mirada infantil –y porque no, también desde cierta infantil contemplación– encuentra su punto de desarrollo en la ilustración de libros para niños. Mirada que para ese objetivo le hace guiños al comic (incluso esta exposición debe el nombre a una tira de Mafalda).

Fusión y zoomorfismo
Su estilo se halla recubierto de una engañosa inocencia que Shiroma acepta como continuación de una tradición artística. “Desde tiempos remotos el hombre ha buscado fusionar su imagen con determinados animales, quizás queriendo simbolizar atributos como velocidad, fiereza, fuerza e incluso longevidad”.

Los grupos humanos que se encuentran en mayor contacto con los animales, casi siempre desarrollan mayor sensibilidad hacia ellos y los sitúan como parte cotidiana de su vida, y por ende, en sus representaciones plásticas”.

Finalmente el crítico de arte Carlo Trivelli esboza frente a las esculturas de Zooociedad unas líneas para el catálogo: “un safari citadino, un intento de caracterización de esa fauna que todos conocemos, una versión Shiroma de National Geographic”.

Atendiendo a ese llamado de la naturaleza se invita a todos los presentes a emprender el largo viaje hacia las débiles fronteras que separan al hombre del animal. Allí donde habitan y nos invitan los personajes de Shiroma; un lugar que no está fuera de nuestro mundo.

Algo más
Zoociedad
Esculturas de Aldo Shiroma

Galería Fórum
Larco 1150, Sótano-Miraflores
Hasta el 15 de septiembre

(Sección cultural, diario El Peruano, domingo 3 de setiembre de 2006)

2 comments:

Anonymous said...

Sigamos nuestros instintos, seamos animales, así seremos felices...

DANIEL said...

Haremos el intento
saludos