Esta casa formó antes parte de la mía y no se ve actividad en ella desde hace algún tiempo. Por eso mi madre y su primo se preguntan que será de X. Uno de ellos oyó de una vecina, de las pocas que quedan fieles al barrio, que fue asesinado. Para ambos era una noticia triste pues a X, que es doctor, lo conocían desde niño, lo habían visto crecer.
Ninguno de los dos se atrevíó a marcar su número y preguntar si era cierto lo que decían.
Hace unos días se enteraron que X no fue asesinado, sino que se suicidó.
"La soledad", comentó mi madre. Yo lo recuerdo claramente, serio con el pelo blanco a una edad joven, con sus lentes de gruesas lunas verdes y en los últimos años de blanco cristal, parado con un cigarro en la esquina frente a la bodega que ya no existe, conversando con mi tio o con uno de mis padres. Él tenía ya otra casa en otro distrito, más nueva, e iba y venía al barrio con cierta frecuencia.
La familia de X tuvo la idea de llamar a un ropavejero para que cargue con algunas cosas. El tipo, en un descuido, manipuló la cerradura de la puerta de calle. Por la noche entraron los ladrones y robaron casi todo. Ahora han cambiado la chapa. Luce brillante, impecable y bien dorada.
Ninguno de los dos se atrevíó a marcar su número y preguntar si era cierto lo que decían.
Hace unos días se enteraron que X no fue asesinado, sino que se suicidó.
"La soledad", comentó mi madre. Yo lo recuerdo claramente, serio con el pelo blanco a una edad joven, con sus lentes de gruesas lunas verdes y en los últimos años de blanco cristal, parado con un cigarro en la esquina frente a la bodega que ya no existe, conversando con mi tio o con uno de mis padres. Él tenía ya otra casa en otro distrito, más nueva, e iba y venía al barrio con cierta frecuencia.
La familia de X tuvo la idea de llamar a un ropavejero para que cargue con algunas cosas. El tipo, en un descuido, manipuló la cerradura de la puerta de calle. Por la noche entraron los ladrones y robaron casi todo. Ahora han cambiado la chapa. Luce brillante, impecable y bien dorada.
1 comment:
...Pero la muerte
sigue adentro
Sólo gira
aquella
chapa dorada...
NUNCA ME GUSTÓ ESA FACHADA
SIEMPRE ME PARECIÓ RARA.
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