RESCATE. Exposición y libro: “Santos inocentes”
Llegaron antes de que la sustancia perezca
DANIEL CONTRERAS Y SOPHIA DURAND REGISTRARON FOTOGRAFÍAS POSMÓRTEM HECHAS A NIÑOS EN LOS SIGLOS XIX Y XX, ANTES DE QUE TRANSITARAN HACIA EL OLVIDO
Por: Gonzalo Galarza Cerf
El primer tránsito se vislumbró durante un paseo: Daniel Contreras y Sophia Durand estaban caminando en el pabellón Santos Inocentes cuando una imagen desgastada en una lápida atrapó su atención. Era la fotografía de un niño muerto que parecía estar a la espera del ascenso al cielo. Después, la sorpresa invocó al paso del tiempo y vino el segundo tránsito: en ese retrato no solo estaba el desgaste físico de una placa tomada en el siglo XIX, sino también, de forma imaginaria, el de un cuerpo en estado de descomposición máximo. Finalmente, el tercer tránsito aterrizó con la reflexión: esta dupla de investigadores y curadores tenía ante sí no solo el deterioro de una imagen, sino también el de una sociedad que levantó el cementerio Presbítero Maestro con esculturas de mármol y bronce y que ha visto el paso de los años, del olvido y de los ladrones. Un atentando contra la memoria e identidad de un país, de una persona fallecida.
A partir de ese paseo, Contreras y Durand emprendieron visitas continuas al pabellón de niños y el proceso de catalogación de fotografías posmórtem registradas en los siglos XIX y XX. Guiados por el lema publicitario que data de 1846: “De los a quienes, amamos con tanto cariño, preservamos la sombra antes que la sustancia perezca”, siguieron el trabajo de preservación, de rescate y llamado de atención: “La cantidad de piezas y lápidas destrozadas y saqueadas es impresionante. Piezas de 1842, que competían con las primeras fotografías”. Contreras agrega que han hallado la imagen más antigua (1858) y la identidad del Niño Ricardito (J. Ricardo Espiell), imagen venerada como un santo en el Presbítero Maestro y que se sitúa en una especie de altar y que se ha convertido en el tema de su próxima investigación.
De esa labor, dedicada a la memoria y esos fotógrafos anónimos procedentes de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, nació “Santos Inocentes. Tránsito de imágenes”, una exposición histórica y estética cuya puesta en la galería de la Alianza Francesa ha suscitado rechazos y elogios. Lo primero obedece a esa presencia fantasmal de niños muertos y en algunos casos sujetados por sus padres que confrontan de forma intensa al público y su papel en el olvido. ¿Se debe solo a lo impactante que puede resultar o al temor a nuestra falta de compromiso con nuestro pasado?
Lo segundo se impone por esa estética que solo da el paso del tiempo a las texturas y que Contreras y Durand han sabido apreciar y registrar lejos del aspecto religioso (aunque la vestimenta de los niños ha hallado su origen en el ritual rendido a la Virgen María en los funerales marianos) y de los rasgos de ternura infantil. Envuelve y encierra la exposición el sonido de una expedición de la NASA usado en un video en el que se exhiben más imágenes de estos santos inocentes y la publicación del libro de la muestra.
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Dirección: Av. Arequipa 4595, Miraflores.
Horario: Lun. a dom., de 8:30 a.m. a 8 p.m. Hasta el 18.
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