Entrevistas del ayer: EL INCIDENTE
Las entrevistas del ayer, que en su momento parecieron capturar la esencia de un instante, terminan por desvanecerse en la indiferencia del tiempo. El olvido las engulle, y el archivo, aunque las conserve, se convierte en un mausoleo donde sus ecos ya no importan. En la vorágine de la información fugaz, las noticias del pasado se desintegran sin dejar rastro, como si nunca hubieran tenido significado, como si el esfuerzo por preservar voces y relatos fuera en vano. Al final, el olvido no es solo un espacio, sino un destino inevitable, donde todo lo que fuimos, todo lo que dijimos, se pierde en el ruido del presente.