Tuesday, August 08, 2006

Carlos Quizpez Asín


La forma feliz y el color pulcro
Uno de los homenajes artísticos más resaltantes del año se lleva a cabo en el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores: una intensa revisión de la obra del pintor Carlos Quizpez Asín (1900-1983) bajo la mirada curatorial del crítico de arte Jorge Bernuy.

Por: Daniel Contreras M.

El ritmo de su obra y de su vida se balancea entre dos mundos: la forma definida y los colores pulcros. A 23 años de su muerte, la figura de Carlos Quizpez Asín (1900-1983) se nos aparece ahora no sólo como la del pionero del muralismo en el arte peruano, sino, como una de aquellas luminarias pictóricas que logran sobrepasar el brillo masivo de su generación.

Luz que se nos aparece como incombustible a pesar del tiempo, como una flama eterna que resplandece en su producción. Un fuego contra el olvido, incluso, capaz de guiar nuestros pasos a través de las oscuridades de la realidad peruana y dirigirnos hacia diversos descubrimientos.

No hace mucho un mural suyo fue hallado en el antiguo comedor de la ex Cámara de Diputados del Congreso de la República. Había sido cubierto por un gran enchape de madera, un sobrio zócalo estilo inglés y mucho de la ignorancia de las autoridades de 1951.

Pero 2006 es el año del maestro. El Ministerio de Relaciones Exteriores a través de su Centro Cultural Inca Garcilaso, viene presentando una retrospectiva parcial pero esclarecedoramente suya. Muestra antológica que reúne más de 40 obras, la mayoría provenientes de colecciones privadas y nunca antes expuestas al público.
En un marco incomparable
Una frase frecuentaba las cartas que su hermano Alfredo le enviaba: “cuando vengas a París”. El mismo hermano poeta-pintor que en otra ocasión le escribiese “nunca me gustó mi nombre y ya encontré el que será mío: César Moro”. Nacido en Lima, Quizpez Asín acude quinceañero al taller de Teófilo Castillo, luego a la Academia Concha (1915-1917).

El arte, en nuestros años 20 signados por Leguía, el pensamiento político obrero, las reformas universitarias, las historias de Haya y de Mariátegui, etc , no era ajeno a los cambios. Entre 1919 y 1921 Quizpez forma parte del alumnado y de la primera promoción de la Escuela de Bellas Artes, la cual atraviesa una radical transformación propuesta por el nuevo director de formación europea, Daniel Hernández, mientras Indigenistas contra independientes intentaban prevalecer.

Hacia 1925 tras una estancia becaria iniciada 4 años antes en España –donde conoce a Salvador Dalí y se enamora del Museo del Prado– viaja al encuentro de su pariente más cercano. “Cuando vengas a París”: con seguridad recordó nuevamente esas palabras al hallarse rodeado de creadores como André Breton, César Vallejo o el pintor uruguayo Joaquín Torres García, padre del constructivismo latinoamericano, además de toda una galaxia de pintores cubistas, surrealistas y abstractos.

En 1928 viaja a Los Ángeles donde gana diversas preseas y crea contratado por el estado de California. En 1936 vuelve hecho un muralista experimentado. A partir de entonces se inicia su legado urbano: los murales en la Universidad de Ingeniería y los del Ex Ministerio de Educación. Asimismo el mural del frontis de la Municipalidad de Lince, y los tres frescos del comedor del Congreso. Fanático a la tauromaquia, se dedica a la docencia en Bellas Artes, gana premios en Chile, Perú y Madrid. Una carrera infatigable.

Punto seguidoTras su muerte en 1983, la obra de Quizpez es testimonio de su habilidosa mano transeúnte por diversas técnicas y soportes. Cada pieza suya logra transmitir de forma fluida las ideas artísticas tan de su época. Tan de su desacuerdo con el Indigenismo.

El vigor, la estabilidad, la síntesis, todo ello forma parte del glosario de su producción. La retrospectiva actualmente en exposición tiene a bien cumplir con el retorno de uno de los maestros del arte peruano. De la alegría que se desprende de su visión, signada por una geometría y afinidad por el dibujo que no dejaba de lado el pensamiento y la estética de lo subjetivo.

Una muestra definitivamente necesaria para la comprensión de nuestros muchos devenires tanto artísticos como espirituales. Que el arte no pierda su brillo.

(((Recuadro)))
El ritmo de la obra
El recorrido propuesto por Jorge Bernuy proviene de diversas colecciones particulares, pero la mayoría procedentes de la de Néstor Quizpez Asín Serna, hijo del pintor.

Nos recuerda Bernuy en su texto que “tres son las referencias utilizadas por el artista como punto de partida para la concreción de su propuesta pictórica”.

“En primer lugar, su concepción estética. En segundo lugar, el convencimiento de que la batalla por el arte de vanguardia había que librarlo en Lima donde primaba el Indigenismo liderado por José Sabogal. Y en tercer lugar, el desarrollo de los medios expresivos como resultado de su propia elaboración de la propuesta de un estilo constructivista”.

“Quizpez Asín utiliza el efecto de retroceso de los colores fríos (verde, azul, violeta) para ubicar su imaginario creativo en una atmósfera etérea, placentera, que está más allá del tiempo”, sostiene y agrega que también “trabajó los colores cálidos (amarillo, naranja, rojo) para lograr el efecto sobresaliente”.

(((Recuadro)))
Retrospectiva Carlos Quizpez Asín (1900-1983)
Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores
Jr. Ucayali 391, Lima.
Hasta el 2 de agosto de 2006
(Identidades, suplemento Variedades Nº 7. 14 de julio de 2006)

1 comment:

Anonymous said...
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